Marrakech es una ciudad llena de color y de vida. Por eso, es difícil resumir en un solo post todos los planes imprescindibles que se pueden llegar a hacer, sobre todo si no se disponen de muchos días para visitar la ciudad. Antes de nada, tengo que advertiros que entre los lugares que hay que ver en Marrakech no destacan las plazas ni los monumentos. Se trata, más bien, de una ciudad que nos transporta a una cultura distinta en la que deberemos encontrar nuestro sitio e integrarnos en ella para disfrutarla al completo. Ese es el verdadero viaje.
Y no te pierdas al final del post un vídeo-resumen muy divertido de nuestro viaje.
Lugares que hay que ver en Marrakech
Además, tengo que deciros que para los planes que aquí os propongo, con un viaje de 4 o 5 días tenéis más que suficiente para poder llevaros una imagen realista de lo que es la ciudad de Marrakech. Para aquellos que seáis más afortunados y tengáis más días, siempre podéis optar por hacer algún tipo de actividad extra en el Palmeral (como conducir quads, hacer escalada o senderismo) o bien realizar excursiones a ciudades cercanas como Essaouira u Ouarzazate. ¡Comencemos!
Planes imprescindibles en un viaje a Marrakech
Una de las calles de la Medina de Marrakech
Conocer la Medina: lo que más recomiendo al llegar a Marrakech es perderse por la Medina y el laberinto de calles que la componen. En ella podréis comprobar por primera vez el latido de la ciudad y su forma de vida. Los pequeños comercios, el olor a piel trabajada de los bolsos, la cerámica que se amontona en la calle o incluso las carnicerías de las que cuelgan piezas enteras de carne, son algunas de las primeras impresiones que nos llevaremos. La Medina es un lugar imprescindible, ya que corresponde a la parte de la ciudad antigua que se encuentra amurallada. Por eso, dentro de la Medina podremos encontrarnos algunos de los lugares de interés más importantes que hay que ver en Marrakech: la Plaza Jemaa el-Fna, las Tanneries, las Tumbas Saadíes, entre otros muchos lugares que se describirán a continuación.
La plaza Jeema el-Fna de noche
Plaza Jemaa el-Fna: esta enorme plaza, la más importante y grande Marrakech, es el corazón de la ciudad. En ella la vida no para nunca. Por la mañana se encuentra llena de turistas, vendedores ambulantes, dentistas o encantadores de serpiente. Por la noche, se transforma en un auténtico mercado-restaurante ambulante, donde cenar se convierte en una experiencia más en la que poder mezclarse con la gente de la ciudad. Además, os recomiendo probar los zumos de naranja que muchos tenderos venden. ¡Están buenísimos!
Te de menta en una de las terrazas de Marrakech
Tomar un te de menta: la plaza Jeema el-Fna se encuentra rodeada de cafés que disponen de terrazas con vistas a la plaza. De hecho, la fórmula de las terrazas es muy común en Marrakech. Pero si os tengo que recomendar alguna en concreto, sería la del Café des Épices, la Glacier o la del Café de France. Las tres ofrecen vistas espectaculares a la plaza y con un te buenísimo, que podéis combinar con alguna pasta mientras planificáis vuestra ruta por los lugares que hay que ver en Marrakech.
Vista de la mezquita Koutoubia
La Koutoubia: es la mezquita más importante de Marrakech, y su nombre significa “Mezquita de los libreros”, ya que en su época de construcción la zona se encontraba rodeada de vendedores de libros. Una buena fórmula para no perderse por las calles de la Mezquita, además de seguir mis recomendaciones de viaje a Marrakech, es tratar de ubicar siempre su enorme minarete de más de 69 metros de alto. Un detalle importante para los más curiosos es que su entrada solo está permitida para musulmanes. Así que conformáos con observarla desde la distancia.
Kalesas cercanas a la plaza Jeema el-Fna
Montar en Kalesa: no es que sea el mejor plan que se puede hacer en un viaje a Marrakech, pero sí resulta divertido. Veréis que la calle que une la Mezquita Koutoubia con la Plaza Jeema el-Fna está llena de este tipo de vehículos. Puede ser una forma diferente de visitar la ciudad e, incluso, un medio de transporte si no queréis subir a un taxi.
Algunas de las naranjas de las Plazas Jeema el-Fna
Visitar las tumbas Saadíes: las tumbas Saadíes sí que son una visita imprescindible en Marrakech. Quizás no por la espectacularidad del lugar, pero sí por el hecho de que son un buen ejemplo de la arquitectura funeraria de origen árabe. La entrada vale 10 dhs (1 euro al cambio), y resulta curiosa su entrada: un estrecho pasillo que acaba desembocando en un enorme patio lleno de tumbas donde descansan los cuerpos del sultán Ahmad al-Mansur, su familia, guerreros y sirvientes. Las tumbas fueron abiertas al público en el año 1917, momento en que fueron descubiertas.
Algunos de los comercios del Zoco de Marrakech
Perderse en el Zoco: otro de los lugares imprescindibles que hay que ver en Marrakech es sin duda el laberinto de callejones que conforman el zoco. Esta parte de la ciudad, que ocupa gran parte de La Medina, está formada por un montón de calles dedicas al comercio donde los marroquíes realizan sus compras. Y, cómo no, donde también intentan hacer negocio con los turistas. En el zoco se pueden encontrar artículos de piel (bolsos, mochilas, ropa…), cerámica (platos, especieros, cubiertos…), así como foulares, especias y todo tipo de recuerdos inimaginables de Marrakech. Pero ojo, tal y como comenté en mi post sobre consejos para viajar a Marrakech, es importante acudir por la mañana temprano si se quieren obtener los mejores precios regateando. También, es importante que como referencia, tengáis claro que no deberéis de pagar más de una tercera parte del precio inicial que os digan los tenderos. El zoco es la cuna del regateo y hay que adaptarse a esa cultura de mercado. Y, sobre todo, disfrutar.
La casa-palacio de los jardines Majorelle
Jardines Majorelle: los jardines, propiedad de Yves Saint Laurent desde 1980, son un lugar magnífico para visitar en Marrakech. Es como un pequeño oasis perdido en medio del desierto, ya que este enorme jardín se caracteriza por tener todo tipo de plantas y árboles frondosos de gran belleza. Además, en los jardines Majorelle podréis visitar la que fue la residencia del diseñador de moda francés y también un museo dedicado al arte islámico muy recomendable. Y, sobre todo, porque más allá de la belleza de los jardines, descansar al cobijo de la sombra de muchos de estos árboles resulta revitalizante en un día caluroso.
Tajine de pollo y verduras
Comer tajine y couscous: comer es una parte muy importante de viajar a Marrakech, ya que es una de las mejores maneras de empaparse de la cultura del lugar donde nos encontremos. En el caso de Marrakech, es imprescindible comer un tajine de pollo o de cualquier otra variedad, así como probar el couscous. Las pastas y delicias marroquíes también son algunas de las comidas que debéis probar en vuestro viaje.
Interior de los jardines Majorelle
Hamman: una de las cosas que más recomiendo al viajar a Marrakech, es invertir un par de horas en un Hamman. Se trata de una especie de spa árabe en el que te realizan todo tipo de cuidados corporales: te exfolian, te bañan, te embadurnan con eucalipto…la verdad es que es una experiencia imprescindible. De Hammans hay muchos en Marrakech, pero yo os recomiendo al que acudimos nosotros, llamado Hamman Le Rose. El precio de este tipo de establecimientos es más europeo, y pueden oscilar entre los 400 Dh y los 700 u 800 Dh por persona dependiendo del tipo de cuidado que escojas (de 40 a 60 euros, vamos).
El interior del museo de Marrakech, una preciosidad
Visitar el museo de Marrakech: como dijo una de las turistas que paseaban por el Museo de Marrakech, lo bonito del museo es el museo en sí. Y creo que sobran las palabras teniendo en cuenta la belleza del interior de sus salas. En ellas podréis encontrar desde el arte más contemporáneo a piezas clásicas del arte islámico, así como armas y vestimentas típicas. El precio de entrada es muy bajo, alrededor de los 50 dhs (5 euros).
Cerámica en el Zoco de Marrakech
Palais de la Bahia: este otro edificio fue construido a finales del siglo XIX y su objetivo principal era muy ambicioso: llegar a ser el palacio más bonito de la historia. De ahí que su nombre signifique “Bella”, aunque no se sabe con exactitud a qué se debe. Algunas teorías apuntan al hecho mencionado anteriormente y otras, en cambio, defienden que el sultán que allí vivía bautizó el palacio con ese nombre en honor a su esposa preferida. Desde luego, no sabemos si realmente será el más bonito del mundo, pero sí que podemos asegurar que sus más de 150 habitaciones y terrazas de estilo islámico son una auténtica maravilla. El precio de la entrada es de 10 Dhs.
Frutos secos en el Zoco de Marrakech.
Video-ruta de nuestro viaje a Marrakech
Os invitamos a ver más vídeos como este en nuestro canal de Youtube, recién estrenado. ¡No os lo perdáis!
Como véis, un viaje a Marrakech da para mucho y muy variado. Si tienes cualquier duda sobre tu ruta o quieres viajar a Marruecos directamente con otros aventureros, puedes darle al enlace que te he dejado.
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En definitiva, es una ciudad a la que merece la pena ir y llevar bien despiertos los 5 sentidos para empaparnos de su color, de sus olores y de sus sabores. Y, en definitiva, de su gente y cultura. ¡Disfrútala!
Hola viajero
Leyendo tu post sobre tu estancia en Marrakech, a parte de gustarme como los anteriores, lo he añadido a mi lista de futuras destinaciones de viaje. Me parece una ciudad distinta, diferente, con muchas cosas por ver como la Medina, la plaza Jemaa-el Fna, la Koutoubia o el Museo de Marrakech y experiencias por hacer como el Hamman (pa relajarse un poquito y quedar como nuevo), probar el té de menta (ya que me he aficionao y me gusta, pues lo haria) o referente a la gastronomia comer couscous y el tajine y obviamente intentar regatear en los callejones del zoco.
saludos maquina
Sin duda Victor, viajar a Marrakech es una experiencia que no te puedes perder. Es una gran opción para viajar barato a un país donde la cultura es completamente distinta a lo que conocemos. Además, está muy cerca de España, que es lo más increíble. Te animo a que lo visites y me cuentes tus experiencias. Saludos amigo!