Viajar a Rotterdam no era nuestro propósito cuando, unos meses antes de partir, planificábamos nuestra ruta por Amsterdam. Pero la posibilidad de ver una nueva ciudad en Países Bajos y de ahorrar una buena cantidad de dinero en el billete de vuelta, nos hicieron tomar la decisión definitiva. Sin duda, volver a España desde el aeropuerto de Rotterdam es una gran recomendación para los que queráis viajar barato a Amsterdam, ya que el trayecto entre ambas ciudades se puede hacer de forma fácil y rápida en algo más de una hora en tren. Para los que os interese esta opción y queráis saber cómo viajar de Amsterdam a Rotterdam, podréis encontrar una pequeña guía al final del post.
La primera impresión al llegar a Rotterdam no es otra que la de sorpresa. Sabíamos que es una ciudad muy moderna, pero esa sensación se multiplicó con creces nada más llegar a la Estación Central. Fue inaugurada en el año 2014 y rompe con los estereotipos de la estación de trenes tradicional. Por eso, a medida que nos alejábamos por la calle Weena – una de las principales arterias de Rotterdam – en dirección a nuestro hotel, no hacíamos más que mirar atrás para contemplar lo que, desde lejos, parecía una little New York. De hecho, uno de los rascacielos de la ciudad es el The Manhattan Hotel, en clara referencia a la ciudad neoyorquina, que ha servido de modelo a los arquitectos encargados de reconstruir la ciudad holandesa.
Pero vayamos al lío. Rotterdam está situada al oeste de los Países Bajos, y está bañada por el río Mosa. A pesar de ser una ciudad relativamente pequeña, da cobijo a casi tres millones de personas. Seguramente esta cifra está muy influenciada por la frenética actividad del lugar que hace más famoso a la ciudad: su puerto. Y es que viajar de Amsterdam a Rotterdam tiene estas cosas: puedes estar mirando al río y ver pasar en menos de un minuto tres enormes barcos mercantes de un lado hacia al otro. El puerto – su nombre original es Europoort – está comunicado con el río Rin y es la puerta de entrada al centro de Europa.
Como ya he dicho antes, una de las cosas que más nos sorprendió a nuestra llegada a Rotterdam fueron los edificios. La ciudad está llena de rascacielos y es completamente distinta a la mayor parte de las ciudades que se pueden visitar en Países Bajos, empezando por Amsterdam. La razón es simple y clara: la guerra obligó a reconstruirlo todo. El 14 de mayo de 1940 los nazis ocuparon la ciudad tras un intenso bombardeo que acabó con gran parte de los edificios de la ciudad, incluidos algunos de los más representativos. Así que a partir de los años 50, Rotterdam se convirtió en un ejemplo de modernidad y entereza.
Un ejemplo de esa arquitectura rompedora son las famosas casas cubo de la ciudad. Estas viviendas se construyeron a finales de los 70 tanto en Rotterdam como en Helmond, y fueron diseñadas por el arquitecto Piet Blom. Las podréis encontrar en la calle Overblaak, y os aseguro que no os dejarán indiferentes. Desde luego, viajar de Amsterdam a Rotterdam en tren se convierte en una sorpresa muy agradable. Pasas de una ciudad como Amsterdam, con edificios bajos y tradicionales, a una donde todo es nuevo y se respira modernidad en cada rincón. Aunque, bueno, también podemos encontrarnos con algunos símbolos de la ciudad que, tras el bombardeo, quedaron intactos. Uno de ellos es la Laurenskerk, la catedral de Rotterdam.
En la plaza donde se encuentra la Catedral podréis ver una estatua de la personalidad más importante de la ciudad, Erasmo de Rotterdam. Este filósofo, pensador y teólogo holandés fue el creador del movimiento humanista, y actualmente da nombre a uno de los intercambios de estudios en Europa más importantes. De hecho, Erasmo tiene tal influencia en la ciudad que uno de los puentes más importantes de la ciudad lleva su nombre. Se trata del Erasmusbrug, aunque también se le conoce como El Cisne, por su esbelta forma. Tengo que decir que ese lugar es uno de los más bonitos, y uno de los que más nos gustó a Ana y a mí durante nuestro viaje.
Otro de los lugares emblemáticos que no os podéis perder al viajar a Rotterdam es su mercado de abastos, el conocido como Markthal. Verlo desde fuera impresiona por su forma curvada, ovalada y colorida. La verdad es que es difícil de describir. En su interior alberga un gran mercado en el que podréis probar los pescados más frescos de Europa. Precisamente allí es donde probé una de las comidas holandesas más típicas, el arenque crudo con cebolla. ¡Es realmente sabroso!
Os dejamos un link en el que podréis reservar actividades y tours en Rotterdam muy interesantes, como por ejemplo un crucero de un día para ver los 19 molinos Patrimonio de la Unesco
Viajar barato a Rotterdam es posible si lo haces en tren. Además, los vuelos desde el aeropuerto de Rotterdam-La Haya son bastante más baratos para volver a España que desde Schiphol, el aeropuerto de Amsterdam. A continuación, os dejo una pequeña guía de cómo viajar de Amsterdam a Rotterdam, así como la forma más fácil y barata de llegar desde Rotterdam hasta el aeropuerto de La Haya.
Si estás planificando tu ruta, no te pierdas la ruta por Amsterdam en 4 días que podrás encontrar en el blog.
Cómo viajar a Rotterdam desde Amsterdam en tren
La forma más fácil y económica de viajar de Amsterdam a Rotterdam es hacerlo en tren. Deberéis dirigiros a la estación de Amsterdam Centraal y allí comprar un ticket en las taquillas de la estación. Podéis escoger entre diferentes tipos de trenes, aunque la diferencia de precio no es muy significativa. Van desde los 37 minutos de trayecto (unos 21 euros por persona) a la hora y cuarto más o menos (que sale sobre unos 15 euros). Yo escogí esta última opción. Los trenes salen cada hora y te dejan directamente en la Rotterdam Station Centraal, el corazón de la ciudad. ¡No tiene pérdida!
Cómo viajar hasta el aeropuerto de Rotterdam
Para viajar barato hasta el aeropuerto de Rotterdam-La Haya nosotros cogimos un autobús de línea regular desde la estación central. Se trata del número 33, que sale de la estación de autobuses que se encuentra justo al lado de la Rotterdam Centraal Station. El trayecto dura aproximadamente 20 minutos y el billete podéis comprárselo al conductor sin problemas. Su precio aproximado es de unos 3 euros por persona, aproximadamente.
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Nada más, espero que este post os haya inspirado para viajar a Rotterdam y podáis disfrutar de la ciudad a tope. ¡Disfrutadla!