La ciudad de Dublín es famosa por sus pubs y su ajetreada vida nocturna gracias al inigualable ambiente de Temple Bar. Pero además de la música en directo y de la buena cerveza que nos ofrecen lugares como The Quays o el propio Temple Bar, una ruta por Dublín también significa cultura, arte y sobre todo literatura. Y es que la que un día los vikingos bautizaron como “aguas negras” – es el significado de la palabra Dub-lin -, ha pasado de la pobreza más absoluta en el siglo XVIII y XIX a ser una de las ciudades emergentes de la Europa moderna. Por eso, en este artículo os vamos a proponer una ruta con los lugares imprescindibles de la ciudad, algunos consejos para comer bien y un mapa que detalla los lugares que ver en Dublín de forma exacta en 2 o 3 días. ¡Comencemos!
Mapa de lugares para una ruta por Dublín e Irlanda en 5 días
En este mapa de Google Maps encontraréis la ubicación exacta de los lugares que hay que ver en Dublín en 2 o 3 días y una pequeña explicación de cada uno de ellos. Y si contáis con más días de viaje, siempre podéis visitar la siempre trepidante Galway y hacer una pequeña ruta por el interior de Irlanda. Aquí os dejo el mapa:
Lugares que ver en Dublín en 2 o 3 días
Nuestra ruta por Dublín comienza en el Puente del “medio penique”, ya que se trata de uno de los lugares más emblemáticos de la ciudad. Este paso peatonal sobre el río Liffey se construyó en 1816 y aunque su nombre original es Wellington Bridge, acabó por llamarse popularmente Puente del medio penique por el peaje que el constructor exigía para cruzarlo. Según cuentan las malas lenguas el arquitecto y su familia se aseguraron por contrato cobrar ese peaje durante 100 años. De ahí que este impuesto dejase de cobrarse en el año 1919. Actualmente el río lo cruzan cada día unas 30.000 personas, y es una de las zonas más emblemáticas de la capital irlandesa.
Siguiendo la calle Crown Alley llegamos al barrio dublinés por excelencia, el Temple Bar. Esta zona fue una de las más pobres de Dublín durante el siglo XVIII y principios del XIX, pero con el tiempo acabó convirtiéndose en el estandarte de la ciudad. Actualmente está repleto de pubs con música en directo en los que disfrutar de una buena pinta, y si es de la marca Guiness mejor que mejor. En esta ruta por Dublín hay que ver algunos de los lugares más sagrados para todo irlandés, como el Temple Bar (no el barrio en sí, sino el famoso pub que lleva su nombre) o el The Quays, en el que ponen música en directo de muy buena calidad. Esta zona es ideal tanto por la noche como por el día, ya que una pinta entra a todas horas. Y si además tenéis hambre, podéis comeros una buena hamburguesa en el Bunsen, una hamburguesería que según los dublineses es la mejor de toda la capital.
Frente a la Oficina de Turismo de Dublín encontraréis uno de los símbolos de la ciudad. Se trata de la escultura de Molly Malone, una pescadera que según cuenta la leyenda, iba paseándose por el puerto de Dublín vendiendo berberechos y mejillones y también ofreciendo sus servicios como prostituta. La canción que da vida a esta leyenda fue compuesta a finales del siglo XIX por James Yorkston. No hay prueba alguna de que Cokles and Mussels – como también se la conoce en inglés – existiese de verdad, pero ha acabado por convertirse en un símbolo de la ciudad. De hecho, si un viajero se topa con ella y quiere regresar algún día a la capital de Irlanda, tiene que tocarle los pechos (de ahí que los tenga bastante desgastados a pesar de su gran tamaño). Si queréis visitar a esta doncella, la encontraréis en Suffolk Street. En la actualidad, se ha convertido en uno de los iconos de Dublín y de Irlanda, junto con los acantilados Cliffs of Moher, de los que os hablamos en el artículo que os dejamos enlazado.
*CONSEJO: para los que tengáis pensado hacer una excursión de un día a los Cliffs of Moher, os dejamos un link donde podréis comprar las entradas del tour que os lleva a Cliffs of Moher sin colas ni imprevistos. ¡Directas al móvil! 😀
Otro de los lugares que hay que ver en Dublín en 2 o 3 días es el Trinity College, la universidad más antigua de toda Irlanda (1592). Adentrarse en su recinto es una sensación que realmente merece la pena vivir, sobre todo para los que sientan la curiosidad de saber cómo es el campus de una de las universidades más famosas del mundo. No es para menos, ya que entre esas facultades estudiaron personalidades tan importantes como Samuel Becket, Oscar Wilde o Bram Stoker.
Existen varias leyendas acerca del pequeño arco con campanario que se encuentra justo en medio del recinto. Se dice que el estudiante que consiga trepar hasta la campana y tocarla se convertirá de forma inmediata en el rector de la universidad. Eso sí, hay que subir trepando, romper la verja protectora de la campana y, si todo eso se cumple, vérselas con el actual rector. Otra leyenda dice que muchos de los estudiantes prefieren no pasar por debajo de la campana hasta que no se gradúan, ya que si al pasar por debajo la campana suena, una terrible maldición caerá sobre ellos y les impedirá graduarse.
Dentro del Trinity College no os podéis perder la visita a la Old Library, una de las más bonitas del mundo. Se trata de una sala de más de 65 metros de largo repleta de libros antiguos y flanqueada por los bustos de mármol de algunas de las personalidades más importantes de la historia occidental. La sala impresiona de verdad, y junto con el olor a madera y libro viejo resulta muy inspiradora.
En esta biblioteca, además, se pueden encontrar dos reliquias imprescindibles para la historia de Irlanda: el Arpa de Brian Boru, uno de los reyes legendarios de Irlanda, que se ha convertido en el símbolo de todo irlandés; el Libro de Kells, un libro de la Edad Media en el que aparecen escritos en latín los 4 evangelios de una forma muy ornamentada y que data de principios del siglo IX. El precio de la entrada a la Old Library (en la que también se puede el Libro de Kells) es de 9€ para adultos, 8€ para estudiantes y 10€ si escogéis la visita guiada. Pero si queréis entrar gratis, tendréis que convencer a algún estudiante para que os pase con él/ella al interior. Ellos pueden pasar hasta dos personas de forma gratuita. ¡Así que aprovechadlo! (aunque no es fácil, lo digo por experiencia).
El castillo de Dublín es de todo menos un castillo, ya que prácticamente no queda nada de su arquitectura original en la actualidad debido a diferentes episodios de guerra y al importante incendio que asoló la ciudad en 1684. A pesar de todo, es uno de los lugares que tenéis que ver en vuestra ruta por Dublín. En la actualidad, solo queda una de las torres, que se distingue claramente del resto del conjunto de edificios gracias a su empedrado medieval.
Además, por la parte de atrás del castillo se pueden ver los jardines, que tienen dibujadas una especie de líneas que representan anguilas con ojos. Se dice que fue en ese lugar donde los vikingos llegaron por primera vez y que el agua de la zona estaba tan oscura que bautizaron a la ciudad como “aguas negras” (dub-lin). Justo en esta parte veréis unos edificios pintados con los colores de Google y que también pertenecen al castillo, pero en realidad no tienen nada que ver con el gigante tecnológico. Decidieron pintar las paredes de ese color para una de las visitas de la reina de Inglaterra a la ciudad. El precio des de 4,50€ para los adultos y 3,50€ para estudiantes.
La catedral de San Patricio es uno de los símbolos de Irlanda y uno de los lugares que hay que visitar en un itinerario de 2 o 3 días. Además de ser la catedral que da nombre a su santo más importante, este edificio tiene una gran carga simbólica para cualquier irlandés, ya que al no tener diócesis propia se ha convertido en la catedral de todos. En su interior se pueden encontrar multitud de obras de arte, bustos y placas que conmemoran la existencia de algunos de los personajes más ilustres de la historia de Irlanda.
La cárcel de Kilmainham (1796) es otro de los símbolos para cualquier irlandés, además de ser una visita obligada para cualquier viajero. Esta prisión permite entender de una forma directa la importancia que los irlandeses dan a su independencia, ya que entre esos muros se encarceló a gran parte de los independentistas irlandeses durante más de 100 años. La frialdad de las celdas, el patio o la sala común nos dejan entrever cómo pudo ser la vida entre esos muros. El precio para ver la prisión es de 6€ para los adultos y 2€ para los estudiantes.
Si estáis interesados en visitar Galway, en nuestro artículo sobre los lugares imprescindibles que ver en Galway encontraréis toda la información que necesitáis.
Guinness Storehouse: para los amantes de la cerveza es un plan ideal. Ahora bien, que nadie espere encontrarse con la fábrica cervecera Guinness, ya que en la actualidad este edificio solo alberga una especie de museo dedicado a la bebida más importante de Irlanda. Así que, tal y como os comento en el mapa que os dejo arriba, este es un buen lugar para aquellos fanáticos de la cerveza que quieran hacer un plan diferente por Dublín. ¡Pero no tiene nada que ver con la fábrica! Precio: 16,50€ para adultos y 13€ para estudiantes.
Y con esta preciosa vista de Dublín finalizamos la ruta, no sin antes recordaros que podéis recibir todos estos artículos y consejos en vuestro email si os suscribís a la newsletter del blog en el siguiente formulario: [magicactionbox id=”2770″]
Disfrutad de vuestra ruta por Dublín en 2 o 3 días y seguid atentos al blog, ya que pronto publicaremos otros artículos relacionados con nuestro roadtrip por Irlanda.
Hola viajero
Al empezar a leer tu post acerca de Dublin, instintivamente mi mente viajera se ha trasladado tres años atrás allà por el mes de septiembre cuando disfruté de 4 dias por Irlanda, y pude todos y cada uno de los rincones de los que tu hablas en el blog salvo la prisión y la Old Library donde se guarda el famosisimo Book of Kells de cuya leyenda leí en un libro en inglés, cuando vuelva a ver si puedo entrar en este sitio y ver el libro.
Por otra parte comentar que me encantó y disfruté del ambiente y la musica bien fuera en la calle o en los pubs de Temple Bar, sin duda todo visitante que vaya a Dub-lin debe pasear y perderse por este barrio, y tomarse una buena Guiness, de la qual estoy enamorado y a cada irish pub que voy siempre pido.
Por ultimo, te he comentado y recomiendo a los otros lectores de tu blog ir a Stephen’s Green y al centro comercial que queda justo a la entrada del park viniendo por Grafton Street, a parte de para comprar recuerdos, que levanten la vista y vean la arquitectura de este lugar.
saludos crack
Hola Victor! Pues ya tienes una muy buena excusa para volver a ir a Irlanda: visitar la Old Library y ver el Libro de Kells. Opinamos lo mismo que tú, Temple Bar tiene un ambiente excepcional.
Muchas gracias por comentar crack.
¡Un abrazo!